jueves, 15 de julio de 2010

Iglesia católica o secta pervertida


¿Iglesia católica o secta pervertida?




Muy bien estimado Eduardo Febres Cordero, hay mucha tela que cortar
sobre el origen de las religiones y los mercaderes de las mismas, por
cierto apartados casi todos de la verdadera filosofía de Cristo, de
manera que con la moral de Tartufo, como práctica legendaria desde el
Vaticano hasta el cura, que acata docilmente el mandato de la alta
jerarquía, hay, desde luego, las excepciones de la regla, sacerdotes
que cumplen con la ¨Teología de la Liberación¨, corriendo los riesgos
de que sean objeto de presiones y hasta los despojen de sus hábitos,
como le ocurrió a los dos curas en Puerto Cabello, que por atender a
sus feligreses para que cumplieran la bendición del mar a través de
una misa, que el Obispo se negó, en represalia les quitó las sotanas.
Si revisamos la historia universal en todas sus etapas, la Iglesia
Católica lleva la bandera de las persecuciones y la aplicación
inquisidora contra quienes le han adversado, siempre han estado con
los imperios para el sometimiento y la explotación de las mayorias a
quienes han despreciado.
Desde muy joven pude liberarme de la murraquería y los dogmas que
coartan el libre pensamiento. De acuerdo con sus líneas críticas, por
cierto envié un artículo a Aporrea el Domingo sobre esta temática, aún
no publicado.
En términos generales las religiones y la política, salidas del riel
y fines humanitarios, llevan al mundo a la destrucción.

El 13/07/10, Eduardo Febres Cordero escribió:
*¿Iglesia católica o secta pervertida?*

Han pasado ya unos cuantos casi cientos de días desde que salí de la patria
que tanto amo y amamos muchos para velar por ella desde afuera, y después de
duros golpes (algunos bajos y dolorosos y otros bien atajados) la sangre se
estabiliza junto con la razón y la cordura.

Lo que a diario vemos en los medios de comunicación sobre lo que pasa en
nuestra patria no es más que una completa y absurda farsa de cómo se maneja
la revolución bolivariana, ya que este ha sido el ÚNICO gobierno en
Venezuela y quizás en casi todo el mundo que realmente ha velado por el
bienestar y la seguridad del pueblo soberano.

Hoy, cuando me encuentro en el medio de una sociedad mucho más conservadora
y mas católica de la que estoy acostumbrado, y luego de algunas
conversaciones con personas que si bien no son sabios pero si son personas
bien leídas, me doy cuenta con mayor precisión de la que ya tenía que la
religión no es más que un arma letal y profundamente poderosa de dominación,
donde se aprovechan de las debilidades de la gente y juegan con la fe del
pueblo.

Y vayan estas letras a lo que pasa en Venezuela, mi patria. Cuando un
cardenal abusando del poder que le han conferido sus feligreses se aprovecha
de la “Santa Iglesia” para soltar excrementos en contra de una patria y un
pueblo soberano, sin ver que sus jefes, en el vaticano, están ensartados
hasta la corona o mejor dicho hasta el anillo papal.

Les comento: hace unos días conversaba con una persona muy querida acerca de
las religiones y como estás influían en los pueblos y recordé las razones
por las cuales dejé de creer en la Santa Iglesia, y no fue más que por
haberme dado cuento de cientos de cosas que son tapadas a diario por la
Santa Sede y por los mismos medios de comunicación, ya que si se conocen,
destrozarían el poder que tienen sobre los más pobres.

Entre estas razones comento que un sacerdote italiano radicado en Caracas
desde hace ya bastante años y que dirige o dirigía una iglesia en algún buen
sector del este de la capital, tenia amores con una de esas señoras bien
peinadas y con bastante dinero que suelen ir a la iglesia a darse golpes de
pecho y donar la ropa mugrienta, rota y gastada que no usan desde hace mas
de 30 años pensando que con esa acción de “Caridad” se lavarán todos los
pecados cometidos en el purgatorio y subirán al cielo para estar a la
diestra de Dios Padre Todopoderoso.

Cuantas patrañas he de haber visto en mi infancia y adolescencia, cuantas,
mentiras nos han inculcado durante cientos de años, diciéndonos que no
observes a la mujer del prójimo, que no robes, que no hagas esto y no hagas
lo otro, cuando son los propios sacerdotes quienes incurren en estos
gravísimos actos de osadía, y no por juzgar la sexualidad de nadie muchos de
ellos practican la homosexualidad y de formas además inconcebibles inclusive
para las sociedades expresamente rebeldes, sino recordemos cómo fue que
murió el sacerdote Jorge Piñango, subsecretario de la Conferencia Episcopal
Venezolana el 25 de abril de 2006 en las instalaciones del Hotel Bruno
(calle de los hoteles en Caracas) cuando practicaba el sadomasoquismo con su
pareja (también homosexual), o el padre Pedro Daniel Orellana Hidalgo el 7
de enero de 2008 quien se desempeñó como administrativo de la Universidad,
Católica Santa Rosa de Lima y jefe de la Arquidiócesis de Cumaná y del que
se presume fue su pareja homosexual quien además era estudiante de la UNEFA
(universidad donde también trabajaba) quien lo estrangulara.

Y así como estas cosas que he visto, podría contar miles más pero el tiempo
ni las hojas alcanzarían para materializar tal texto.

Con estas palabras no quiero colocar en duda la fe de las personas, ni mucho
menos quiero juzgar a aquellos que creen y militan en alguna religión, pero
en lo que si quiero ser enfático es que absolutamente ningún sacerdote,
cardenal ni miembro de ninguna iglesia, religión, secta o grupo tiene
derecho a aprovecharse del pueblo inocente y mucho menos a emitir,
comentarios que no le corresponden, ya que no gozan de la moral
correspondiente para juzgar, además, el trabajo para el cual están asignados
no les da potestad para juzgar ni emitir comentario y mucho menos políticos.


Señores representantes de todos los niveles de la iglesia católica
venezolana: ABTENGANSE de emitir comentarios que vayan más allá de promover,
la fe y llevar la palabra de dios plasmada en una biblia a la gente que lo
necesita, lo quiere y cree. No son ustedes personas elegidas por el
“Supremo” para meterse en lo que no les compete, de lo contrario, cuelguen
la sotana así como hacen para practicar sus aberraciones sexuales, morales y
legales e inscríbanse en un partido político para que tengan libre libertad
de participación.

Si tanto quieren ayudar a los pueblos pobres del mundo, díganle a su jefe el
Benedicto XVI que venda la mitad de las obras de arte del museo que tienen
Roma, ya que con eso sería suficiente para exterminar el hambre del planeta,
sino, que subaste el anillo papal o anillo del pescador que está por
alrededor de unos 5 millones de euros o lo que es igual a unos 6,4 millones
de dólares.

Eduardo Febres Cordero
eduardofebrescordero@gmail.com

Cortesía de:
Teodoro Guerrero Salas

No hay comentarios: