11.JUL.2010
Historia, cultura y revolución fue el tema de la cuarta jornada del Foro Mundial de Filosofía, realizada este sábado desde los espacios de la Plaza El Venezolano, en el centro capitalino, donde bendecidos por la Pachamama a través de la lluvia, los intelectuales y el pueblo intercambiaron saberes.
Ya instalados, el escritor e investigador de historia argentino, Horacio López inició la actividad agradeciendo la oportunidad para el intercambio de ideas que se les brinda a través de esta actividad. “El que nos hayan invitado a todos los compañeros, y de varias partes del mundo, demuestra no sólo la generosidad, sino la amplitud de la revolución bolivariana que no se queda solamente en su propio territorio sino que mantiene ese gesto de solidaridad hacia sus hermanos de América, lo que nos ayuda a pensar y a construir nuestras sociedades”, dijo.
A continuación algunos extractos de las ideas planteadas por los intelectuales invitados:
Horacio López: El poder popular como garantía
“No podemos hablar del Bicentenario partiendo de las fechas conocidas históricamente, desde el 25 de mayo de 1810 en Buenos Aires o el 19 de abril en Caracas. Tenemos que hablar del Bicentenario del inicio de un proceso de lucha, de liberación en aquellos primeros años del siglo XIX, protagonizado por los pueblos que se levantaron contra el yugo colonialista de España”.
“Este proceso se frustró y fracasó, por lo que es necesario comenzar a escribir la nueva historia con la nueva realidad de nuestra América (…) El Bicentenario recobra importancia porque estamos en un nuevo momento histórico en que se abre una nueva oportunidad para lograr esa independencia que nos fue negada y que ahora podemos lograr por segunda vez y definitivamente”.
“Nosotros, los nuestroamericanos, tenemos que agradecerle al pueblo venezolano, a su líder Hugo Chávez y a esta Revolución Bolivariana, por hacernos retomar la esperanza en el futuro; pues cuando veíamos a finales del siglo el derrumbe del socialismo, la revolución venezolana tuvo como poner en la agenda el socialismo del siglo XXI (…)
“Esto es mérito de este pueblo, de su líder; es mérito de este poder popular que vimos visitando los consejos comunales, viendo que allí se genera el germen del poder popular, primera garantía para la construcción de cualquier sistema nuevo y que nosotros queremos llamar socialismo del siglo XXI”.
“Un sistema que logre realmente la libertad y la igualdad, que logre la redistribución de la riqueza, que logre la felicidad de su pueblo, un sistema que ponga la propiedad al servicio social, un sistema que en definitiva nos haga retomar la alegría de vivir y la felicidad de saber que estamos contribuyendo a los cambios para las generaciones futuras”.
“Todas esas reflexiones que hemos discutido y debatido durante estos cuatro días de foro, no servirían de nada si no le anteponemos la experiencia concreta en esas barriadas, ese poder popular, los consejos comunales, el pueblo tomando en sus manos la responsabilidad de la construcción de un nuevo modelo. Gracias compañeros, gracias compañeras por el ejemplo que nos están dando, sigan adelante”.
Aurelio Alonso (Cuba): “La ALBA es la síntesis más clara del rumbo de este proceso integrador”
“Esta cita obligada en la que se ha convertido el Foro Mundial de Filosofía nos lleva a pensar nuestra realidad, y lo que somos no es lo que somos en nosotros mismos, sino también somos lo que somos en la forma en que nos pensamos, en que nos vivimos, en que nos entendemos, en que aprendemos -porque no lo sabemos todo sino que nos aprendemos a diario- en que nos comprometemos con lo que significa el cambio al que se están sometiendo nuestras sociedades y nos comprometemos cada vez más con ese cambio”.
“Cultura es eso. Cultura no es sólo la creación intelectual, no está sólo en la literatura, aunque está en ésta si es legítima, si plasma un sentir, un pensar, una vivencia, una identidad, una historia, una historia de identidades como las de nuestra América, que no es una identidad única, sino que son muchas identidades que se entrecruzan (…)”.
“Por eso cada vez que pienso en la celebración del Bicentenario, lo primero que tengo que recordar siempre es que éste no comienza a celebrarse este año. El Bicentenario de la independencia latinoamericana tenemos que pensarlo retrospectivamente con la primera independencia latinoamericana que fue en 1804, la independencia de Haití del yugo francés (…) Un yugo territorial del cual se libera una sociedad esclava que después tuvo que vivir una soledad trágica durante más de 60 años que la destruyó, que la llevó a la situación precaria que nosotros conocemos hoy (…) Los revolucionarios de Haití contribuyeron con el avance de la revolución en nuestro continente, pero después lamentablemente nuestro continente, las repúblicas hispánicas se olvidaron de Haití, siendo largamente abandonada y sometida a una fuerte opresión”.
“Lo importante es entender que ese proceso que se inició en 1804 no ha terminado y eso lo vemos con mucha claridad en los últimos años cuando vemos que la explotación neoliberal ha llevado a nuestros pueblos a situaciones de opresión y de miseria. ¿Quién no recuerda el Caracazo? ¿Quién podría comprender que Venezuela después del petróleo iba a ser más pobre que antes de descubrir el petróleo? Porque simplemente la riqueza iba a manos de intereses privados. Por siglos nuestras riquezas fueron a parar a manos de las transnacionales norteamericanas, europeas y latinoamericanas”.
“Este es un proceso de transformación que ha comenzado, que más que una época de cambio, como lo calificó el Presidente Correa, es un cambio de época. Un tiempo de toma de conciencia y que está desarrollándose con un nivel de radicalidad, pero con la recuperación de las riquezas de nuestros países, del sentido de la supervivencia de nuestros países y de la cultura de nuestros países, con toda su diversidad indígena, negra como la haitiana, como gran parte de la cultura cubana, parte de la cultura brasileña, y también la cultura europea”.
“Nosotros pensamos hoy en día que la síntesis más clara del rumbo de este proceso integrador la tenemos en el proyecto de integración que nace de este proceso y que es más de futuro que de presente: la ALBA. Ya hay ocho países de América Latina y del Caribe, porque alguien puede pensar ‘bueno pero Haití es del Caribe’. Pues del Caribe son algunos de los primeros países de la ALBA, cuyos gobiernos han tenido la sensatez y la lucidez de comprender lo que se está desarrollando en Venezuela, en Ecuador, en Bolivia y de integrarse rápidamente a esta iniciativa que nosotros comenzamos, pues los primeros aliados fuimos precisamente, Cuba y Venezuela (…)”
“Lo bueno de este proyecto es que es un proyecto a futuro, un proyecto económico, político y cultural, y nos promete una integración, por primera vez, en función de los intereses de nuestros pueblos. Estamos aquí para saludarlo, estamos aquí para comprenderlo mejor, estamos aquí para intercambiar sobre eso, estamos aquí para hacerlo también una parte esencial de nuestra cultura. Muchas gracias”.
http://www.chavez.org.ve/temas/noticias/filosofos-mundo-independencia/
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